El titular de la ONU señala que la economía y la tecnología han provocado que muchas personas se queden sin esperanza, dejándoles a merced del miedo, los nacionalismos y el populismo.
El Secretario General de las Naciones Unidas denunció este viernes durante un encuentro con la prensa que el aumento de las desigualdades entre países ha provocado que “personas, sectores y regiones” hayan quedado rezagados, en un contexto de prosperidad generalizada, añadiendo a su aflicción “una sensación de injusticia”.
“Cuando la gente ve una economía mundial que está fuera de lugar, cuando siente que no tiene ninguna oportunidad, ninguna esperanza, y ningún líder o institución sintoniza con sus problemas, les guiará la inestabilidad y la desconfianza”, dijo.
Estos recelos, a su vez, generan un enorme déficit de confianza en los gobiernos, las instituciones políticas y en las organizaciones internacionales, destacó António Guterres.
“En esos momentos, las explicaciones pueden sonar como excusas, y las personas pueden convertirse en objetivos fáciles para los nacionalistas, los populistas y todos aquellos que se benefician del miedo. La marca más vendida hoy en día a nivel mundial es el miedo. Obtiene audiencia. Gana votos. Genera clics”.
En este volátil escenario, el mayor desafío al que se enfrentan tanto gobiernos como instituciones es demostrarle a la gente que son importantes para su proyecto y activar soluciones que den “respuestas a sus temores y ansiedades”.
Estas soluciones en clave de las Naciones Unidas pasan por tres ámbitos: una globalización justa, articulada a través de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible; demostrar el valor añadido de la ONU; y movilizar a todos los sectores sociales “en la batalla por los valores (…) y, en particular, abordar el aumento de la incitación al odio, la xenofobia y la intolerancia”.
Con relación a este último apartado informó haber encargado a su asesor especial para la Prevención del Genocidio, Adama Dieng, la formación de un equipo para definir una estrategia, dar respuesta al problema y presentar un plan de acción global con carácter de urgencia.
“En todos estos ámbitos, el mensaje es claro: las palabras no son suficientes. Debemos ser eficientes tanto en la reivindicación de nuestros valores universales como en el estudio de los orígenes del miedo, la desconfianza, la ansiedad y la ira”, remarcó.
Interrogado sobre si apoyaría una nueva ronda de conversaciones lideradas por la ONU en Venezuela, Guterres abogó por encontrar una solución política incluyente basada en el diálogo: “sé que no es fácil, pero es mi profunda convicción”.
Con relación a si le preocupa la estabilidad en América Latina ante la reacción de algunos gobiernos de la región de no reconocer la legitimidad del Gobierno de Nicolás Maduro indicó: “las Naciones Unidas no hacen un reconocimiento de los gobiernos, pero respeta el derecho soberano de los Estados de reconocer o no a los gobiernos de otros Estados. Las Naciones Unidas no tienen en este momento ninguna iniciativa específica en la región, aunque ofrecemos nuestros buenos oficios” si se solicitan, destacó.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/01/1449622
Fecha: 22-01-2019