Natalia McCarthy dice que se debe elevar la calidad en la prestación del servicio turístico, que quizás algunos lo están haciendo de manera empírica, pero hay que darles esas fortalezas y esas competencias y habilidades y destrezas para que los jóvenes puedan impulsar su emprendimiento. Según la profesora Natalia, la “calidad del turismo” es una práctica que no puede posponerse más.
La “calidad del turismo” se refiere a la excelencia y el nivel de satisfacción que los turistas experimentan durante su viaje. Implica aspectos como la infraestructura, los servicios, la seguridad, la limpieza y la autenticidad de la experiencia. En resumen, se trata de garantizar que los visitantes tengan una experiencia positiva y memorable en su destino turístico.
Matalia McCarthy | profesional en turismo, Master en Gerencia Estratégica, Lic. En Mercadeo, Postgrado en Servicios Turísticos.
¿Cómo se acerca usted a Fundación Tierra Viva?
Ambos estábamos trabajando en Canoabo, en el municipio Bejuma del Estado Carabobo. Yo por un lado y ellos por otro, pero al final teníamos los mismos intereses de trabajar con la comunidad, que tiene un potencial turístico importante, y en torno a la cuenca del río Canoabo.
Es importantísimo porque cuando tú ves que se está trabajando el tema ambiental, por la conservación y la recuperación del río, de la toma, por todo lo que está en torno a esa comunidad, entonces te das cuenta de que hay interés. Es interesante la cantidad de alternativas que se pueden desarrollar allí. Esto es importantísimo para darle un cambio y una transformación a la comunidad.
Entonces, nos unimos un día y ellos hicieron un estudio y un censo a la comunidad y todos querían turismo, turismo, turismo, formación turística. Pues, por supuesto, nuestra escuela, el Centro Iberoamericano de Altos Estudios en Hotelería y Turismo, tiene las condiciones y las características para ese tipo de formación.
¿Después de la encuesta, qué hicieron?
Se decidió presentar un programa que estuviese acorde con el desarrollo de emprendimientos, pero con visión sustentable.
Fundación Tierra Viva presentó una propuesta para trabajar con los jóvenes de la zona, para que desarrollaran opciones y entendiesen el turismo desde una perspectiva de desarrollo socioeconómico para ellos y para la comunidad y, sobre todo, procurar que la juventud tenga opciones y se quede en Venezuela. Y es muy bonito el proyecto porque de verdad está transformando a la gente.
Por supuesto, fue un impacto importante para la comunidad, toda la comunidad, buscando despertar conciencia hacia lo que es la actividad turística en Canoabo y, sobre todo, porque ya en Canoabo tienen una ruta turística validada por el Ministerio de Turismo y eso le da mayor credibilidad al desarrollo que se está impulsando en la zona con el turismo comunitario.
¿Usted comenzó con ellos el año pasado también cuando se dio inicio al proyecto Generación Sustentable?
Sí. Empezamos la primera fase en julio 2023 y terminamos ahora en marzo 2024. Fundación Tierra Viva quiere continuar e imagino que será también en julio de este año.
¿Se va a repetir el diplomado en Canoabo?
No, no creo que sea así porque realmente se convirtió en un Programa Especial de Capacitación para el Emprendimiento del Turismo Sustentable. Y lo otro es que no se va a repetir, sino que yo pienso que vendrá como una segunda fase para fortalecer a los jóvenes, a estos cuarenta jóvenes egresados y que quizás aún ya están trabajando, en la parte de oficios, para elevar la calidad en la prestación del servicio turístico. Muchos lo pueden estar haciendo de manera empírica y nosotros tenemos que darles esas fortalezas y esas competencias, habilidades y destrezas para que ellos puedan ejercer e impulsar su emprendimiento.
Sobre el Programa de Turismo Sustentable, ¿cuáles son los objetivos de ese programa?
Bueno, nosotros trabajamos un contenido bien importante. Voy a decir lo que hicimos con Fundación Tierra Vida a fin de que pudiesen tener un programa para trabajar con los jóvenes.
El objetivo realmente de este programa fue trabajar bajo la premisa de promover el emprendimiento y las redes a favor de la inclusión de jóvenes y mujeres bajo los parámetros de sustentabilidad. Entonces, nuestro objetivo general consistió en impulsar el desarrollo turístico de la comunidad de Canoabo, incorporando acciones formativas bajo una visión sustentable orientada a promover emprendedores.
Ahí nosotros logramos emprendedores para el turismo, el liderazgo comunitario socioambiental, beneficiando así a integrantes o no de diferentes organizaciones sociales para que formasen parte de la agenda pública local.
¿En esa parroquia hay muchos jóvenes?
No tengo el porcentaje, pero, por ejemplo, el primer día que yo fui, que quisimos incluir a todos para ver la reacción de los jóvenes, nos quedamos sorprendidos. Llegaron casi 200 muchachos. Además, yo creo que es una de las parroquias que tiene casi toda la estructura académica de educación en su municipio. Tiene desde educación básica (por supuesto, técnico medio en turismo) hasta educación universitaria, inclusive.
Es impresionante. Todo el mundo estudia. Es una cosa bien interesante, además de los atractivos naturales que tiene la zona.
Pero bien dirigidos y acompañados y con conocimiento, podemos ir cubriendo esos espacios. Además, en esta ruta validada se integra a las comunidades, porque de eso se trata el turismo comunitario, que sea atendido por sus propios habitantes, según sus potencialidades. Por ejemplo, las cachaperas hacen las cachapas, las cazaberas hacen el cazabe, el que hace el papelón, el que hace y explica el recorrido, el que explica el chocolate, que es la hacienda chocolatera y cómo se procesa el chocolate.
Todo ese proceso sirve de atractivo turístico. Y, de hecho, cada día van más visitantes. Lo que quizás nos está faltando llevar son las estadísticas e indicadores para decir con propiedad se moviliza tanto turista. Los fines de semana, por ejemplo, va mucha gente y eso está impulsando nuevas posadas, gente que está haciendo su gastronomía local, pequeños emprendimientos, y la gente está vendiendo. Hay quien tiene pequeñas posadas con dos habitaciones, los muchachos que se formaron quieren hacer campamentos, o sea, que están planteando distintas visiones para desarrollarse en la comunidad.
¿Qué metodología de enseñanza utilizan?
Nosotros tenemos una visión holística y utilizamos una metodología de aprendizaje activa, es decir, de aprender haciendo. Y gracias a nuestra metodología, logramos tener varias opciones. Por ejemplo, si se va la luz debes tener el plan A, plan B, plan C, plan Z, porque tú como docente tienes que manejar pedagogías alternativas: contamos con rotafolio, estrategias docentes, recreativas, para que el conocimiento llegue al participante. Hay que trabajar también con un lenguaje muy llano, muy dinámico, para que pueda ser comprendido y, además, que nadie se duerma en clase.
Estas comunidades son muy complejas. Primero, son lugares remotos. Segundo, no hay cultura turística allí, a pesar de que tienen los atractivos, pero a veces la población no comprende por qué las personas los visitan. A veces se preguntan: – ¿Pero ¿qué tanto hace la gente aquí? No entienden que ellos mismos son por sí solos un atractivo.
Entonces a veces eso es difícil, porque están acostumbrados a su idiosincrasia, a su tranquilidad. De repente ver que hay mucha gente que no es de allí, no lo entienden. Tienen mucha tradición, y por eso hay mucha actividad turística que pudiesen desarrollar allí.
¿La comunidad entiende la relación que existe entre el turismo y la promoción de prácticas sostenibles?
Los participantes tuvieron la oportunidad de visitar, por ejemplo, la ruta turística y la zona en sí, otros espacios, otros emprendimientos, ver la experiencia que están haciendo como práctica de vida real. Existe gente que está trabajando. ¿Cómo lo hacen? ¿Por qué lo hacen así? ¿Cómo usan la estrategia comercial?
Eso les gustó mucho a los jóvenes porque ellos pudieron vivir la experiencia de saber qué se está haciendo en su mismo municipio. Ellos no lo habían visto desde esa perspectiva empresarial.
¿Cuáles son los principales retos y oportunidades que enfrenta la industria del turismo en Venezuela en relación con el medio ambiente?
Hay muchísimas cosas por hacer. El primer reto es lograr mayor conciencia en la gente, en la población, porque si no logramos que la gente se inserte en estas oportunidades que nosotros estamos brindando, vamos a seguir en lo mismo. Y cada uno cree en lo que puede hacer y no en lo que se debe hacer. Entonces, nosotros tenemos que romper esos esquemas tradicionales para avanzar en función de incorporar más gente a este proceso de cambio.
El otro reto es que nuestras autoridades gubernamentales promuevan políticas públicas más certeras para las comunidades porque en las comunidades es donde está el atractivo, no está en ninguna parte ajena, está en las comunidades.
Sin embargo, si las comunidades no tienen primero la conciencia, y segundo no tienen quien los apoye o los incentive, entonces eso va a quedar así toda la vida porque la naturaleza siempre va a estar ahí, pero el problema está en cómo enseñarle a la gente que aproveche adecuadamente los espacios naturales.
¿Cómo fue su experiencia en el Diplomado sobre Turismo Sustentable?
Mi experiencia, primero, fue altamente grata al ver que hubo poca deserción de los participantes. Eso fue interesante porque teníamos 52 inscritos y finalizaron el programa 40 jóvenes. Eso es un éxito, porque son zonas remotas y tienen muchas limitaciones para culminar con éxito los objetivos del programa.
Precisamente, todos los profesores que estuvieron acompañando todo este proceso de enseñanza tenían metodologías y estrategias “adaptables” porque de eso se trata, de que la escuela se adapte a la comunidad bajo los parámetros que tienen y no imponer nada, sino acompañarlos.
También era necesario pensar que hay un aprendizaje, por eso las enseñanzas de aprender haciendo para nosotros es importantísimo dentro de nuestra metodología. Por ejemplo, ahora vamos a incorporar contenidos relacionados con la organización de eventos, guías de ecoturismo, etiqueta en la mesa, animación y recreación, además, vamos a formar en posadas integrales, posaderos integrales -porque todos tienen una posadita-, pero no podemos darle el mismo curso que se dicta tradicionalmente en la ciudad, sino que hay que adaptarlos a esa zona.
Mi reto es que todo esto se logre, ver el ejercicio, ver que las autoridades ayuden a esta juventud a formarse. Yo creo que ahí se pueden hacer estudios de cartografía turística que complemente el desarrollo cónsono a la comunidad. Ese es mi aporte.